SANTA CRUZ
La Hermandad de Santa Cruz, es una hermandad especial donde las haya, metida en un entrecalles de pasajes estrechos, y en un laberinto de rincones en el que te puedes perder, pero en vez de puedes, terminas queriendo perderte, porque son tantas las cosas que ver, tantos los detalles, que no te pierdes, sino que al contrario encuentras, encuentras una verdadera maravilla, ese es el barrio de santa cruz, donde se encuentra esta fervorosa hermandad. Hermandad sita en Mateos Gago, en la parroquia con el mismo nombre, una parroquia mediana, que acompaña a la más grande, a la madre de las iglesias en Sevilla, como es la catedral, y esta, es una de sus hijas más cercanas. En su interior se encuentra el señor, el Cristo de las misericordias, cuya tez te traslada al siglo I, ante la presencia del mismo hijo de Dios, y cuando lo miras, o mejor dicho lo admiras, te das cuenta del sufrimiento que pasó por nosotros, los hombres, para dar cuenta de la existencia de su padre, que fue quien lo envió. Su madre, la virgen María, se muestra desconsolada ante la vista tan horrible, de ver a su hijo crucificado, una virgen a sus pies desolada, una virgen de la antigua, que no se sabe qué hacer para salvar a su pobre hijo, pero salvarse él no quiere, sino salvarnos, así que no llores mas madre santa porque tu hijo ya está junto con el padre. Pero el verdadero dolor, se ve en la cara de la virgen de los dolores, una expresión del llanto que encoge hasta al mismo Dios, y que siente la pérdida de un hijo con lo que eso conlleva, es una imagen detallista y perfecta que derrama lagrimas por todo lo pasado.
Su mirada produce un escalofrío de sentimiento y pasión,
Porque tú eres nuestra madre, la madre que todo nos lo dio,
Nos diste a tu hijo, mandado por Dios,
Que era lo que más querías dentro de tu corazón,
Pero sabias que tenías que hacerlo, tenías ese don
Por eso tienes un lugar en el cielo
Por tu bondad y amor.
I.C.A, JUNIO 2011
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