Porque no es sólo una ciudad, 
porque es algo más,  
un lugar donde se pierde la edad, 
dominado por la angustia y la paz,
por ver a su cristo crucificado,
con la impotencia de no poder hacer ná .
Esa belleza de sus calles, 
esas emociones y sensaciones, 
ese olor a azahar,
que muestra la puridad de una ciudad,
y por tantos detalles, que aunque pequeños 
te atraen y te hacen desvariar,
pensando en un lugar de ensueño,
bañado de perfección y claridad.
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